viernes, 30 de mayo de 2008

Catherine Bais Ramirez Solemne

Investigacion
Bangalore
El nombre Bangalore es la versión anglificada de la palabra kannada Bengaluru, que viene de la palabra 'Bendakalooru', que significa "la ciudad de las habas cocidas". Fue acuñado así durante el siglo XIV por el rey Ballala de la dinastía Hoyasala tras ser servido habas cocidas por una mujer de avanzada edad mientras el rey cazaba en las proximidades de la ciudad.

Vidhana Soudha, en Bangalore
Historia
Tras siglos de dominio de los gangas occidentales, Bengaluru fue tomado por los cholas hacia 1024 que luego pasó a los chalukya-cholas en 1070. En 1116 el Imperio Hoysala derrocó a los cholos y extendieron su dominio sobre Bengaluru. La actual ciudad fue fundada por un vasallo del Imperio Vijayanagara, Kempe Gowda I, quien construyó un fuerte de barro y un Templo Nandi en las proximidades de la actual ciudad en 1537. Kempe Gowda designó al nuevo pueblo como su "gandu bhumi" o "tierra de héroes".
Durante el dominio Vijayanagara, Bengaluru fue referida como "Devarāyanagara" y como "Kalyānapura", la ciudad auspiciosa. Tras la caida del Imperio Vijayanagara, Bengaluru cambió de manos en varias ocasiones. En 1638, un ejército de Bijapur comandado por Ranadulla Khan y acompañado por Shahji Bhonsle derrotaron a Kempe Gowda III y Bengaluru fue entregado a Shahji como jagir. En 1687, el general mogol Kasim Khan derrotó a Ekoji, hijo de Shahji, y luego vendió la ciudad a Chikkadevaraja Wodeyar de Mysore for 300.000 rupias. Tras la muerte de Krishnaraja Wodeyar II en 1759, Hyder Ali, comandante en jefe del ejército de Mysore, se autoproclamó el gobernador de facto de Mysore. El reino más tarde pasó a manos del Tippu Sultan, hijo de Hyder Ali, conocido como el "Tigre de Mysore". Bengaluru fue eventualmente incorporado al Raj Británico tras la derrota y muerte de Tippu Sultan durante la Cuarta Guerra Anglo-Mysore en 1799.
Los británicos regresaron el control administrativo del pētē al marajá of Mysore, reteniendo únicamente el cantón bajo su jurisdicción. La residencia del estado de Mysore fue establecida en Mysore en 1799 y luego mudada a Bengaluru en 1804, abolida en 1843, revivida una vez más en Bengaluru en 1804 para ser cerrada permanentemente en 1947, tras la independencia de la India. Los británicos reclutaron empleados de la presidencia de Madrás y los reubicaban al cantón durante este periodo. El Reino de Mysore reubicó su capital de Mysore a Bangalore en 1831.5 Durante el siglo XIX, Bengaluru fue una ciudad gemela, con el pētē, con una población predominantemente canarés, mientras el cantón creado por los británicos tenía una población predominantemente tamil.6
En 1906, Bengaluru se convirtió en la primera ciudad de la India en contar con el servicio de electricidad, la cual era generada por una planta hidroeléctrica situada en Shivanasamudra. Tras la independencia de la India en agosto de 1947, Bengaluru se mantuvo dentro del nuevo estado de Mysore del cual el marajá de Mysore era el Rajapramukh. Debido a que la ciudad se dedicó a la industria pesada y a los empleos en el sector público y de educación, el pueblo canarés del resto del estado tuvo encontró oportunidades migrando a la ciudad. Bengaluru experimentó un crecimiento rápido durante las décadas de 1941 a 1951 y de 1971 a 1981, durante la cual llegaron inmigrantes del norte del estado. Actualmente, se ha convertido en un importante centro para las tecnologías de la información, donde se han instalado numerosas multinacionales aprovechando el buen hacer de los informáticos y matemáticos autóctonos.


Shivanasamudra (o Shivasamudram) es una pequeña ciudad en Karnataka en el sur de India cerca de Mysore. La ciudad está situada en el taluk Malavalli, distrito de Mandya.

Cataratas
Cerca de la ciudad se encuentran las cataratas de Shivanasamudram (también conocida como Siva Samudram, literalmente el Mar de Shiva). El río Kaveri se divide aquí en dos ramas y cada cascadas presenta zonas rocosas. Se conocen las cascadas más como Gaganachukki y Bharachukki. Estas cascadas espectaculares son rodeadas por los bosques de las colinas de la Reserva Natural de Cauvery.
La de Gaganachukki es de 98 metros de alto, y tiene flujo máximo registrado de 667,000 pies cúbicos por segundo (19,000 m ³/s). Una de las centrales hidroeléctricas más antiguas de Asia, todavía funcional, está localizada en la cascada. Esta central proveía electricidad que era usada en las minas de oro de Kolar, por lo que se hizo la primera ciudad en Asia en usar la electricidad.
La Gaganachukki tiene 2 fachadas, la fachada occidental y la fachada del este. Muchos viajeros y jóvenes entusiastas marchan hacia la cascada y disfrutan del rocío de agua. Uno puede pedir a los vecinos la dirección para llegar a Dargah y ver la cascada en su parte alta. Inspira temor después de los monzones cuando el río Kaveri está en su crecida máxima.

Influencia en Chile
Según El Banco Mundial, el rápido progreso tecnológico de los países en desarrollo ha contribuido a elevar los ingresos y reducir la proporción de personas que viven en la pobreza extrema del 29% en 1990 al 18% en 2004. A pesar de estos logros, la brecha tecnológica entre países ricos y pobres es aún enorme, y la capacidad de las economías en desarrollo para adoptar nuevas tecnologías sigue siendo deficiente, según se afirma en el documento titulado Perspectivas económicas mundiales 2008. “Entre comienzos de la década de 1990 y los primeros años del decenio de 2000, el avance tecnológico aumentó entre un 40% y un 60% más rápidamente en los países en desarrollo que en las naciones ricas”, indicó Andrew Burns, economista principal y el principal autor del informe.
“Sin embargo, los países en desarrollo aún deben recorrer un largo camino, puesto que el nivel de tecnología que emplean equivale a tan sólo una cuarta parte del que se utiliza en los países de ingreso alto”. En el informe del Banco Mundial, que lleva por subtítulo Difusión de la tecnología en los países en desarrollo, se señala que los avances recientes son reflejo de una mayor exposición a las tecnologías extranjeras. El nivel de las importaciones de alta tecnología y de las inversiones extranjeras directas como porcentaje del PIB se ha duplicado desde comienzos de la década de 1990.
“Los crecientes contactos comerciales y de inversiones con los países de ingreso alto —a menudo facilitados por grupos de emigrados— han sido un elemento central del avance tecnológico de los países en desarrollo”, sostuvo Uri Dadush, director del Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo. “No obstante, la apertura por sí sola no basta.Para continuar progresando, es necesario que los países fortalezcan los resultados de la educación, su gestión de gobierno, su infraestructura básica y sus vínculos con los grupos de emigrados”. En el informe se hace hincapié en que la escasa difusión de la tecnología dentro de los propios países impide el avance tecnológico general en muchas naciones. De este modo, mientras que los centros principales y las empresas líderes de Brasil, India y China posiblemente funcionen en niveles cercanos a los de la vanguardia tecnológica, la mayor parte de las empresas de esos países trabajan a menos de una quinta parte del nivel máximo de productividad. Según el informe, mejorar la capacidad de absorber tecnología extranjera es una tarea crucial para los países de ingreso bajo y para los de ingreso mediano que han explotado las ventajas comparativas de los salarios bajos en lugar de fortalecer las capacidades internas.
La mayor parte de los países en desarrollo participan sólo mínimamente en la vanguardia tecnológica internacional. Su rápido progreso económico se ha logrado adaptando y adoptando tecnologías ya existentes. Es probable que esta tendencia persista, dada la enorme brecha tecnológica. En la actualidad, la tecnología se difunde con mucha mayor rapidez de un país a otro. A comienzos del siglo XX, las nuevas tecnologías demoraban más de 50 años en llegar a la mayoría de los países; hoy en día, tardan unos 16 años. La tecnología tiende a difundirse con lentitud dentro de los países. Las principales ciudades y los sectores líderes utilizan tecnologías más avanzadas que el resto de la economía. Por ejemplo, el sector de los servicios electrónicos de las zonas urbanas de la India emplea tecnologías de nivel internacional, pero menos del 10% de los hogares rurales del país tenían acceso a un teléfono en 2007. El empleo de algunas nuevas tecnologías, como los teléfonos móviles, se ha incrementado rápidamente. Sin embargo, otras tecnologías se han difundido con gran lentitud. Tres cuartas partes de los países de ingreso bajo tienen 15 computadoras personales o menos cada 1.000 habitantes, y una cuarta parte cuenta con menos de cinco.
Los gobiernos deberían establecer como prioridad importante el fortalecimiento de las vías internas de difusión de la tecnología. Entre ellas se incluye la infraestructura de transporte y la capacidad con que cuentan las entidades de investigación y desarrollo aplicados para orientarse hacia los mercados mediante una mejor estrategia de difusión, testeo y comercialización. Los sistemas deficientes de infraestructura básica limitan el rango de tecnologías que pueden emplearse en muchos países. Las políticas deberían garantizar que ciertos servicios cruciales de apoyo, como las carreteras y el suministro eléctrico, estén ampliamente difundidos, ya sea provistos por el sector privado o el público. En África al sur del Sahara, sólo el 8% de la población rural tiene acceso al suministro eléctrico. El acceso ineficaz o dispar a la educación de buena calidad también limita la capacidad de los países de sacar provecho de las tecnologías. Incluso las tecnologías simples pueden generar gran impacto. Por ejemplo, se requieren habilidades relativamente sencillas para construir sistemas de recolección de agua de lluvia, que mejoran el acceso al agua potable y reducen la mortalidad infantil

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